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Cómo afecta el estrés a la salud

08/03/2022

Bienestar

El ritmo de vida actual nos hace llevar unas rutinas cargadas de estímulos y de tareas por hacer, tratando de aprovechar hasta el último minuto del día. A esto se suman la pandemia, los conflictos internacionales y la incertidumbre que sufrimos de forma generalizada. Todos estos factores han hecho que las cifras mundiales de afecciones como la depresión, la ansiedad y el estrés se hayan disparado

A este último, suele quitársele importancia, dando por hecho que es normal sentirse estresado y es parte de la vida adulta en el siglo XXI. Sin embargo, se ha demostrado que tiene consecuencias muy negativas para nuestra salud, muchas más de las que podríamos pensar. Sigue leyendo para descubrir más sobre el tema y poder ponerle freno al estrés si ya has empezado a notar sus síntomas.

 

¿Qué es el estrés?

El estrés es una reacción psicológica y física que provocan en el organismo múltiples estímulos, que pueden ir desde quedarse parado en un atasco durante horas o tener una fecha de entrega cercana para un trabajo muy importante que aún no se ha empezado. Esto genera preocupación, angustia y desgaste que invade los pensamientos y sentimientos de quien lo padece. El cerebro percibe que ese factor estresante es una amenaza y, por ello, mantiene al organismo en un estado de alerta permanente que tiene implicaciones tan serias como el descenso de nuestras defensas. Este mecanismo está diseñado para responder ante peligros reales, como una parte más de nuestro instinto de supervivencia. Una vez que la amenaza desaparece, las hormonas que el estrés libera en nuestro organismo, dejan de producirse. Sin embargo, la realidad diaria que vivimos hace que ese sistema de alarma no se desactive, impactando negativamente en el cuerpo y la mente de manera permanente.

 

¿Cuáles son los síntomas del estrés?

Los síntomas más comunes del estrés aparecen tanto a nivel mental como físico. Por un lado, quien lo sufre tenderá a mostrar comportamientos diferentes a su estado “normal”: algunas personas están más irascibles, otras experimentan tristeza y en muchos casos, se siente inquietud y falta de motivación. Pero el cuerpo también paga el peaje. La crispación y alerta constante hace que los músculos estén tensos, provocando contracturas y dolor muscular. Otras molestias comunes son el dolor de cabeza, el dolor de estómago, problemas para conciliar el sueño o sensación de fatiga constante.

 

Efectos del estrés en nuestra salud

Como hemos visto, el estrés tiene implicaciones directas en nuestra salud, haciendo que no durmamos bien, que no seamos capaces de concentrarnos o que suframos una contractura en la espalda. Pero, ¿cuáles son los efectos concretos? En primer lugar, afecta a la presión arterial, haciendo que aparezca o se agrave la hipertensión debido a las hormonas que el organismo produce cuando está estresado, que se suman al aumento del ritmo cardíaco. Por ello, el estrés también está relacionado con enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio.

También es una causa común de obesidad. Generalmente, el estrés va ligado a la ansiedad, que en muchas ocasiones aumenta el riesgo de subir de peso. Muchas personas reaccionan comiendo en exceso, especialmente alimentos y bebidas hipercalóricos, como una forma de satisfacer las necesidades emocionales. Relacionado con la ingesta de alimentos, es común que quien está estresado desarrolle problemas de estómago, llegando a padecer diarrea o estreñimiento.

El estrés también afecta a nuestro sistema inmunológico, bajando las defensas del organismo y haciendo que tengamos más probabilidades de padecer gripes, catarros y otras enfermedades contagiosas. Además hará que nos sea más difícil luchar contra cualquier afección que suframos, especialmente en enfermedades graves como el cáncer.

Por último, y no por ello menos importante, el estrés tiene un gran impacto negativo en la salud mental. Es causa de gran sufrimiento, en muchas ocasiones acompañado de depresión y ansiedad, que sumen a quien la padece en un abatimiento constante que le hace aislarse de todo o incluso recurrir a sustancias nocivas, como el alcohol o las drogas, en un desesperado intento por reducirlo. 

 

Sin embargo, esta afección tiene cura y hay muchas formas de afrontarla y atajarla. Lo más importante es pedir la ayuda de profesionales cuando comenzamos a notar sus síntomas. En SALUS te ofrecemos un cuadro médico y asistencia sanitaria excelente en el que confiar con las coberturas que más valoras para ti y los tuyos.. ¿Hablamos?