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Dermatitis atópica y piel seca, ¿cómo diferenciarlas?

14/03/2022

Salud

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, además, es el que nos protege de las agresiones externas. Sin embargo, no le prestamos la atención que deberíamos y en muchas ocasiones la sentimos extremadamente seca. Esto puede provocar picor, irritación y una sensación de tirantez muy molesta. Sin embargo, estos también son algunos de los síntomas de una afección cutánea que se estima que sufren 230 millones de personas en todo el mundo, y que suele comenzar a mostrar sus signos en la infancia: la dermatitis atópica. Dependiendo de qué factor la origina puede ser necesario la toma o aplicación de medicamentos para tratarla, por eso es importante saber diferenciar entre ella y la piel seca.

 

Piel seca: cómo detectar si nuestra piel necesita hidratación

La piel seca, también conocida como xerosis o xerodermia, es un tipo de piel. Es decir, es una condición permanente, a diferencia de la piel deshidratada, que es un estado temporal en el que de manera puntual la piel no tiene la humedad suficiente. Esta última condición, por lo tanto, puede sufrirla cualquier persona y es un estado reversible que se soluciona devolviéndole a la piel la hidratación que necesita.

Como hemos dicho anteriormente, la piel seca es algo con lo que nacemos. Sus características más comunes son la sensación de tirantez e incomodidad, que en algunas ocasiones va acompañada de picor o incluso ardor, así como descamación y rojeces. Esto se debe a que la capa más externa de la piel, formada por agua y lípidos no previene correctamente la pérdida de humedad, haciendo que se reseque. En muchas ocasiones, personas que tienen este tipo de piel agravan su condición con unos hábitos de cuidado e higiene inadecuados, como no utilizar cremas o lociones hidratantes que les ayuden a mantener un nivel correcto de humedad o ducharse con el agua demasiado caliente.

En cualquier caso, es conveniente acudir al dermatólogo para que pueda identificar el tipo de piel que tenemos. Este profesional podrá recomendarnos productos de cuidado corporal que tengan la formulación adecuada, así como pautas para evitar que se reseque la piel en exceso.

 

Dermatitis atópica: síntomas y tratamiento

La dermatitis atópica es una afección cutánea crónica, no contagiosa, que produce una extrema sequedad en la piel, que se enrojece y pica debido a la irritación. En este caso, suele presentarse en brotes que provocan erupciones en la piel, incluido el cuero cabelludo. A diferencia de la piel seca, estos síntomas no se calman al aplicar cremas hidratantes en la piel. Es común que aparezcan manchas de color rojizo o marrón, así como grietas y descamaciones. Este trastorno puede ir acompañado de otros síntomas, como rinitis alérgica o asma.

Aunque la dermatitis atópica no tiene cura, sí existen tratamientos que ayudan a controlarla y aplacar los molestos síntomas que provoca. Por un lado, se pueden utilizar cremas que reparen la piel y controlen el picor que se sienta, haciendo que se reduzca así la probabilidad de que aparezcan heridas al rascarse, especialmente en niños. Cuando la inflamación es extrema, el dermatólogo o el médico general pueden recetar medicamentos con corticoides que la reduzcan, así como antibióticos tópicos y/u orales en el caso de que haya infección.

Además de lo anterior, las personas que padecen dermatitis atópica deben tomar una serie de medidas en su día a día que les ayuden a frenar los brotes y minimicen los efectos de esta afección, como evitar el exceso de lavado, así como prendas sintéticas y demasiado ajustadas, ya que están en contacto directa con la piel y pueden desencadenar una reacción. Es importante el uso de productos hidratantes y emolientes especialmente formulados para ellos. Hoy en día, al tratarse de un trastorno tan común, son muchas las marcas de farmacia y parafarmacia que cuentan con una línea de productos para este tipo de casos. Si no pueden evitar los climas con temperaturas extremas, debemos redoblar la hidratación y el cuidado de la piel. Por último, el estrés que, como ya hemos visto, afecta negativamente a nuestra salud, también es un factor que agrava la dermatitis atópica, por lo que hay que controlarlo a través de técnicas de relajación y cualquier otra actividad que nos ayude a reducirlo.


En SALUS contamos con las especialidades que necesitas, entre ellas Dermatología. Si crees que puedes tener piel atópica o quieres consejo para darle a tu piel seca los cuidados que necesita, tenemos un cuadro médico con asistencia sanitaria de profesionales que te ayudarán. ¿Hablamos?