Existen enfermedades que, a pesar de ser muy comunes, no son conocidas entre la población. Es el caso de la periodontitis, que se calcula que afecta al 70% de adultos mayores de 65 años. Puede que este término no te suene pero, ¿y si te decimos que también se la conoce como enfermedad de las encías? Este tipo de afección tiene como consecuencia la pérdida de piezas dentales, por lo que es muy importante saber por qué aparece y cómo frenar su avance para evitar ese drástico desenlace.

Gingivitis: el paso previo

La periodontitis surge cuando el paciente que sufre gingivitis no ha sido tratado. Como consecuencia, el problema se agrava hasta producir daños en el tejido óseo que sujeta los dientes. ¿Pero qué es la gingivitis? Se trata de una inflamación superficial de las encías que, por lo general, suele provocar sangrado durante el cepillado o  incluso de forma espontánea.

La gingivitis es consecuencia de la acumulación de placa bacteriana. Estos residuos, al no ser eliminados como deberían, se acaban transformando en sarro que se adhiere a las paredes de los dientes y las muelas. Este, produce irritación e hinchazón en las encías por la presión acumulada, por eso es normal sentir molestias. Si notamos estos síntomas y no acudimos al dentista, el daño será cada vez mayor y acabaremos sufriendo periodontitis.

Síntomas de la periodontitis

Como ya hemos mencionado, la periodontitis se inicia con la aparición de gingivitis. Por lo tanto, podemos considerar que uno de los primeros síntomas es el sangrado de encías y el cambio de color, generalmente rojizo. Pero además, a medida que la enfermedad progresa y no se aplica ningún tratamiento, los pacientes pueden experimentar dolor de encías. Esto se debe a la hinchazón, que en algunos casos puede llegar a generar flemones o abscesos.

Además, la piorrea, como también es conocida, tiene otro síntoma muy característico: el mal aliento o halitosis. La periodontitis está causada por la acumulación de sarro, que está formado por bacterias que se acumulan alrededor de los dientes, causantes de este olor desagradable. 

La periodontitis suele generar la sensación de tener dientes más largos, debido a otro de sus síntomas: la retracción de las encías. Así, se muestran más las piezas dentales, hasta tal punto, que estas se mueven e incluso llegan a caerse al perder la sujeción que los mantiene en su posición. Por último, en algunos casos extremos y debido a que el organismo intenta combatir la placa bacteriana existente, puede aparecer pus. Esto es un signo inequívoco de que nos encontramos con un estado avanzado de la enfermedad.

Tratamiento de la periodontitis

Aunque, como hemos visto, la periodontitis es una enfermedad periodontal que tiene consecuencias graves, siempre que se detecte a tiempo puede aplicarse un tratamiento para frenarla. En primer lugar, debemos mantener unos buenos hábitos de higiene bucal y tener en cuenta que las personas fumadoras tienen más probabilidades de padecerla. Es clave que prestemos atención a los síntomas que hemos mencionado y que acudamos al dentista para evitar que la enfermedad progrese.

En el caso de que la periodontitis avance, será el especialista el que determine el curso de acción, que puede ir desde una o varias sesiones de limpieza bucal profesional a la cirugía para eliminar posibles infecciones y darle a piezas el soporte que necesitan para evitar que se caigan. En última instancia, el paciente puede reemplazar los dientes con implantes dentales para recuperar la mordida y la sonrisa.

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